Distrito Grafiti Bogotá

Il gioco è bello

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Mostrar la estrategia de arte urbano responsable que lidera la Alcadía de Bogotá que busca:

Activar y revitalizar espacios para la creación de comunidad
Impulsar acciones que permiten el ejercicio de una ciudadanía activa, corresponsable y partícipe
Promover la apropiación del espacio público
Recuperar y proteger el patrimonio cultural
Generar cambios y comportamientos culturales
Propiciar respeto por lo público y lo diferente
Cambiar la percepción de inseguridad
Aportar a la economía de la ciudad desde una perspectiva turística
Fomentar la práctica del arte urbano
Transformar los territorios

Bogotá se ha convertido en una ciudad que puede contar diversas historias a través del grafiti, internacionalmente, es reconocida por la importancia de sus murales; los artistas quieren pintar en sus paredes y los turistas recorrer sus calles llenas de arte y color.

La Alcaldía de Bogotá reconoce el grafiti como un medio para la democratización del espacio público y el acceso al arte y la cultura desde distintas perspectivas. Distrito Grafiti es el nombre de la estrategia de la administración distrital para el fomento a la práctica responsable del arte urbano y el grafiti en Bogotá que busca garantizar la disponibilidad de superficies autorizadas para la práctica en toda la ciudad, implementar programas de fomento y pedagogía en torno al arte urbano y dar a conocer a los bogotanos la normatividad vigente para el fortalecimiento de dicha práctica. Esta es una de las estrategias más significativas para la recuperación del espacio público, ya que genera acciones que impulsan el ejercicio de una ciudadanía activa, corresponsable y partícipe en la creación de la ciudad que todos soñamos.

En 2013 la Alcaldía de Bogotá expidió el Decreto 075, por medio del cual estableció las reglas de juego para el desarrollo de una práctica responsable, solidaria, segura y sostenible. Una práctica que tiene en cuenta el impacto de las propias acciones sobre los demás y es consciente del poder transformador de las artes visuales en las creencias, conocimientos y hábitos de los ciudadanos con respecto a su propia vida, sus relaciones con los otros y sus entornos. Una de las reglas de juego establecidas en el Decreto 075 consiste en la creación, por parte de la Administración de la ciudad, de estrategias de fomento y pedagógicas que permitan el desarrollo, en condiciones de igualdad, equidad y transparencia, de una práctica de arte urbano. En consecuencia, se crea, en el Portafolio Distrital de Estímulos, la Beca Ciudad de Bogotá de Arte Urbano que en 2018 llegó a su sexta versión y por medio de la cual se promovió la creación de 160 intervenciones de micro, pequeño y gran formato en 12 localidades de la ciudad a partir de la interacción entre 160 artistas y las comunidades.

Los artistas se apropiaron de los espacios para dar otro carácter a sectorestradicionalmente percibidos como marginales, peligrosos y deprimidos y ofrecieron a las personas una caradiferente del arte urbano. Zonas que antes eran grises y frías, donde ahora hay murales gigantescos que impresionan por su maestría y mueven la imaginación. Miles de metros cuadrados de paredes, la mayoría privadas, que eran anodinas a la vista y ahora ofrecen un respiro en medio del rumor urbano. Avenidas que parecían desoladas, donde ahora hay pájaros gigantes, tigres, flores y rostros humanos. Barrios enteros pintados por sus habitantes que, desde lejos, son un mosaico multicolor. En fin, Bogotá se ha convertido en una galería a cielo abierto.

Distrito Grafiti Bogotá cuenta, desde el 2016, con 333 intervenciones nuevas promovidas por la administración distrital que se pueden recorrer en 17 localidades de la ciudad.A partir de la Beca Ciudad de Bogotá de Arte Urbano se financian proyectos creativos, participativos ycomunitarios, que funcionan como dispositivos de intercambio de prácticas y conocimientos sobre el arte y los entornos. Mediante estos proyectos, los habitantes de los territorios pueden valorar la diversidad y reconocer a los otros como actores, cuya práctica artística enriquece la vida de la ciudad.

Con estas becas, los artistas promueven el respeto por la diferencia y activan y revitalizan ciertos espacios como son los parques metropolitanos y zonales, que han contribuido al cambio cultural y la construcción de comunidad. Los colegios distritales también han sido beneficiados con intervenciones artísticas que se han desarrollado de manera conjunta y colaborativa por colectivos de artistas, comunidades, estudiantes que viven y trabajan en entornos escolares y que han favorecido el mejoramiento de la ciudad.

Las Mesas locales de grafiti, la Mesa Distrital, la Policía Metropolitana de Bogotá, entes de control, entreotros, de manera que exista una articulación de esfuerzos y acciones, todas encaminadas a fortalecer el arte urbano en Bogotá. De esta manera se empiezan a crear lazos y a construir diálogos que permiten que el arte urbano sea el catalizador del vínculo entre espacio público y ciudadanía que construye comunidad.

Dentro de estas acciones, desde el año 2016 se lleva a cabo “Distrito Grafiti-Puente Aranda”, que tiene como objetivo central revitalizar, resignificar, recuperar y propiciar un espacio público adecuado para el uso y disfrute de todos los ciudadanos, a partir de intervenciones de arte urbano en los muros de esta localidad. Puente Aranda fue la zona elegida para este proyecto, pues cuenta con varias características urbanas que permiten que un programa como este tenga el impacto deseado en la ciudad: las superficies de gran escala en espacios no patrimoniales, el fácil acceso para la comunidad por la cercanía con vías arterias y el sistema de transporte masivo de Transmilenio y la idea de lograr convertir una zona industrial en una galería en espacio público que ha convertido la localidad en un referente turístico y cultural de gran importancia para la ciudad y para el arte urbano.

Distrito Grafiti Puente Aranda ha contado con la participación de 70 artistas internacionales, nacionales y locales, que, en dos cuadras, han pintado 78 murales que aportan a la construcción del paisaje cultural de la ciudad y que participan también en actividades pedagógicas con la comunidad, que buscan generar una conciencia sobre las buenas prácticas del grafiti. De esta manera, se quiere consolidar una práctica corresponsable que genere un diálogo entre el sector público, el privado, los artistas y la ciudadanía, que logre acciones participativas que impacten la esfera social, económica, cultural y urbanística de la ciudad y que permitan la construcción de una Bogotá mejor para todos.

Con el fin de fortalecer la apropiación de este escenario por parte de la ciudadanía, desde el inicio

Distrito Grafiti Puente Aranda, se han trabajado varias temáticas: Bogotá Contrastada, que busca mostrar las diferentes realidades que se viven en la ciudad; Mujer y Género que resalta el papel de la mujer en la construcción de ciudad; Cerros Orientales que destaca la importancia del componente ambiental; Legados Ancestrales cuyo fin es dar a conocer la historia de las comunidades indígenas y afrodescendientes del Distrito, y La Capital que Era, con la que se quiere hacer una construcción de la memoria local y nacional.

Desde el 2016 se ha hecho evidente la transformación de la localidad, antes de las intervenciones, era una zona solamente para los trabajadores que veían sus paredes y muros grises y que ahora son una ventana de color, que aglutinan historias y retratos y que han tenido gran impacto entre los habitantes y transeúntes. En la actualidad en Puente Aranda se realizan tours de grafiti y recorridos en bicicleta que han logrado que las personas tengan como referente a esta localidad como la zona de murales de gran formato más importante de Colombia.

El grafiti responsable tiende a mejorar el espacio público. No sólo lo embellece, también lo puede hacer más seguro. Conecta a los artistas y a sus seguidores con los propietarios de los muros y los comerciantes locales. Hace que la gente cuide más esos lugares por el hecho de que son bellos y, por lo mismo, evita el vandalismo y atrae el turismo.

Bogotá se ha convertido en un escenario de color que todos quieren visitar; artistas de todo el mundo se están apropiando de sus calles ya sea para pintar, para fotografiar, para tener como escenario para sus videos, su música. Las calles de la ciudad son una galería a cielo abierto que enriquecen la cultura, transforma la sociedad y ayuda a construir una Bogotá mejor para todos.